Mi Barrio La Candelaria

La Candelaria observa

Por ser el escenario donde fue parida la ciudad y en el que transcurrieron los primeros y principales capítulos de las historias de Bogotá –las contadas y las no contadas–, La Candelaria constituye, sin lugar a dudas, uno de los más ricos patrimonios tangibles e intangibles de nuestra cultura.

Pero más allá de los íconos tradicionalmente arraigados en el imaginario de las gentes, La Candelaria es todavía hoy –y quizás como nunca– un lugar vivo, por el que transitan diversas corrientes de pensamiento y de sentimiento, que huelen a hombres y a mujeres de carne y hueso, con sueños de necesidades y con necesidades de sueños.

Suficientes razones y sinrazones para emprender –colectivamente sería una redundancia– la construcción del Observatorio –que también Escuchatorio –Cultural y Social de La Candelaria, que permitirá amalgamar las diferentes identidades culturales de la localidad, en una incomparable, útil e indispensable conjunción de saberes.

Este documento recoge una porción del pensamiento urbano de un sector geográfico y demográfico inmerso en una época en la que todavía deambulan por sus calles –y probablemente sin que lo notemos– cientos de héroes y villanos, de virreyes y plebeyos, de señores feudales y esclavos, de mártires y victimarios, de doncellas y damiselas.

Se trata del resultado de un contrato, con una corte de defensores y otra de detractores, pero más que eso, del esfuerzo de un puñado de seres humanos que todavía cree que es posible reversar el curso de la historia y hacer más amable y digno el espacio donde vivimos.

Todos ellos –¡y ellas!– sacrificaron parte de su tiempo de descanso –y no pocos, de trabajo– para hacer posible este instrumento, que obligatoriamente debe convertirse no sólo en objeto de estudio de los antropólogos y sociólogos del futuro, sino –y con mayor razón– de los de hoy, pero principalmente de los responsables de trazar las políticas sociales –y claro, culturales– con las que de paso además trazan los destinos de los pueblos y de los hombres y de las mujeres.

Nos corresponde ahora, a todos y a todas, convertir en realidad este propósito.

Mario Henao Quevedo
Interventor

domingo, 7 de septiembre de 2014

Trabajo de campo, en desarrollo del proyecto.
Callejón que comunica al Chorro de Quevedo
con el barrio La Concordia.

La Plaza de Bolívar hace parte de la localidad de La Candelaria y de lo que se conoce como el Centro Administrativo. Esta fotografía corresponde al año 1960.